The Drood se autodefinen como una banda de rock psicodelico experimental, y también agregan los adjetivos de post punk e industrial. "Etiquetas" que me llaman, pues apuntan a un espectro musical que no termina de dar sorpresas, pues no se cierra en si mismo, tal cual, esta maravilla de disco se abre a muchas dimensiones sonoras.
"Static Time" atrapa con una armonía accesible y densa, con una producción lúdica y cuidada, con unas voces precisas, que callan para dar pie a un cierre estruendoso de guitarras salvajes.
Este disco brilla por el cruce de secuencias y baterías acústicas, lo cual da una riqueza sonora amplia, que abarca lo orgánico y lo electrónico.
"An exercise in simplicity" (gran título) tiene un ritmo groovy, y una melodía sensual y oscura, por ahí Massive Attack no sería un mal referente.
"Flank of Hubris" se basa en una progresión de acordes que se siente como una delicia emocional, recorrida por texturas que acarician los tímpanos. Este disco está compuesto de ese tipo de canciones que puedes escuchar muchas veces seguidas.
"Determinism" es una colaboración con Orbit Service, y es una canción un tanto más oscura, dónde armónicos de guitarra eléctrica rodean una electrónica tensa, y la voz de Randall Frazier nos conduce en un baño de texturas, con sutiles samplers y misteriosas pausas rítmicas, que alimentan la ya mencionada tensión.
"Leave the lights on" nos saca de las sombras, pero sin perder melancolía, como un especie de pop alienígena, con fuerte presencia de un bajo que suena exquisito como base a arreglos de guitarra y batería que se van intensificando, constantemente cruzados por texturas electrónicas.
"Flags" es la canción contestaría, con una cuota de rabia, expresada en intensos bajos electrónicos, y armonías tensas. La voz cavernosa remata sus cantos extraterrestres con ocasionales gritos. El momento de mayor intensidad.
Con "To Fetch a hefty Jeff", "Lunch Break" y "Make Up" cierran el disco con una perfecta triada de un especie de psicodelia pop industrial, con tintes oscuros y experimentales, pero sin dejar de sonar accesible. Un disco excelente, ameno, oscuro y extraño a la vez.
