El ambient puede calmar, puede hacernos sentir paz en esta realidad estresante. Si bien el ambient esta muy en voga en estos días, lo que genera cierta saturación del estilo, Bahía Mansa logra marcar una diferencia genuina. El disco abre con "Caminitos" donde arpegios en armonías luminosas, alternan con acordes, grabaciones de agua corriendo y guitarras ensoñadoras que aparecen en la última sección de la pieza. Tanto las texturas como las dinámicas están muy cuidadas. "Gran capitán" es un trabajo que se basa probablemente en un tape delay, con cierta atonalidad propia de las cintas cuando corren con alteraciones en su velocidad, pero el ánimo apasible se mantiene. En general el disco persiste en este cruce de armonías "luminosas", manipulaciones y texturas, todo muy placentero y orgánico a pesar de ser música basada en técnicas electro-mecanicas. En "Peregrino Blanco" y "Flores de agua" aparece una guitarra eléctrica, con arpegios que siguen en la línea general del disco, en la segunda con más procesos psicodelicos. El disco cierra de manera muy bella con "Aves", donde la armonía se torna conmovedora. Es un disco que recomiendo, que efectivamente puede ayudarte para calmarte en el stress, y que se siente como un descanso a las orillas del mal, o arropado por algún bosque sin peligros.

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