Me gusta la templanza, la onda de las ondas sonoras de "la gran salida", que como el título expone surgió en plena pandemia (2020).
Nos reciben cantos de ave, un ritmo humilde, y la voz susurrante como única melodía. Atravesamos el espejo.
"A hint of colours" sutil y luminosa en sus tonalidades, abre como una cortina amistosa que se desarma en vertiginosa psicodelia. "The Digger" es belleza, canción y trabajo delicado en cuanto texturas y jugarretas electrosurreales. Puntos de fuga sónicos rompen lo apacible, a modo de un despertar fulminante desde el cual sale a flote la magnífica progresión armónica que nos lleva de la mano entre y hacia texturas sonoras que se sienten como caricias. "Maggie likes the classix", también nos toca las emociones con esos acordes y texturas, sutil intensidad. Y la emotividad se disuelve en disonancias y ruidos extraños. "No Trace" suena como jazz rock con interferencia alien. Hay bastante jazz en este disco, más que en otros, cyberjazz?. "How sweet the valley" sube el pulso del disco, refrescando el ánimo. Muchos detalles y a la vez sutileza. Es música que cruza lo sencillo de "la estructura", con un universo fractal en cuanto texturas y jugarretas electrosurreales. Mucha atención a los detalles... texturas y ánimo sutil (sin ser monótono, repetitivo o sin energía).
Es curioso como Ka-Spel pasa de una voz muy tonal y cuidada, a una imperfecta y frágil, que sin duda es una decisión y no un descuido. Pero creo es cuando Edward no canta, que aparece en todo su esplendor ese trabajo fino-dinamico de texturas. Sin duda es un disco de audífonos, es bacán al aire, pero con los audífonos aparecen muchas finezas. "Scrap of the vampire" trae de vuelta el canto susurrante, los sonidos de aves, pero esta vez intervenidos. "Just us toys" es un mega cool cyber funk. El disco cierra en un climax surreal, lúdico, inocencia lisergica.
Este disco está a precio libre en el bandcamp de Edward Ka-Spel
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